Spanich Horror Democracy…


Se estrenaba hoy en la cadena Fox, la serie “American Horror Story ”, a la misma hora del debate de los dos partidos que representan a los 15 millones de españoles que los votan… los otros 20 millones restante de votantes, miraban tranquilamente la emisión … sabiendo que han permitido con su voto o no voto que este debate bipartidista ocurra y que no estén representados en el.

Fastidiado por mi zapping entre el debate y la serie de la Fox, me di cuenta que estaba asistiendo a un especie de “Spanich Horror democracy” de un sistema electoral que ha anulado al resto de los españoles representados en otros partidos, Spanich democracy de un debate amañado, repetitivo y demagógico que no desvelo más que ambigüedades y estipulaciones, Spanich democracy de un sistema agresivo blindado maquinaria pesadas, electoralistas y sin fin de operativos a favor del voto a PSOE y PP, Spanich democracy de unos medios de comunicación que no dejaban ni siquiera fieltrar la imagen de las gargantas que están fuera de la academia indignadas por primera vez en la historia contra la hipocresía… sin hablar de los comunicados de los partidos políticos en contra en unas elecciones que se pretenden ser igualitarias.

No hubo debate amigo, hubo un episodio más de un “Spanich Horror Story” marcado por la hipocresía de siempre que me recuerda a un cuento que me contó hace 30 años un amigo de Oklahoma o de Kazajistán, no me acuerdo de donde era, el caso que no es mío para los que vigilan mis palabras:  

“Una vez había dos hipócritas que usaban siempre máscaras para hablar con las gentes que no sean sus ahijados, amigos y afilados. Un día quisieron ser sinceros con el resto de las gentes, pidieron la ayuda de sus asesores y posesionales en maquillaje para quitar las mascaras y así ser verdaderos y sinceros… y cuál fue la sorpresa de los dos: al verse sus rostros en el espejo eran iguales que los de las mascaras hipócritas, de hechos eran gemelos”  Se acaba el cuento…

Moraleja: “Nunca o pongas mascara del mismo caretón que ya tienes…” 

Análisis: Los hipócritas disimulan para reembolsar algún pago, sea en carne o voto.

Los hipócritas nos dan a diarios besos de judas, pero con más saliva que los marcianos de Los Simpson.

Los hipócritas son como la leyenda de aquel joven narciso, se asombran de sus sombras, y al asombrarse se admiran de tanta sombra que asombran.

Los hipócritas no son tampoco el sol, son una bombilla, que se puede fundir, cuando los plomos de este ejercito de asesores, maquilladores, pequeños hipócritas en nomina aguardan un poco para que la verdad se sepa y tenga un respiro.

 A mí no me representan… ¿y a ti…?

Firmado por: Un verdugo en paro.
Toledo - 08 Noviembre de 2011